Los Últimos Villistas surge con el deseo de seguir manteniendo vivas aquellas acciones que hacen de Doroteo Arango un ser humano excepcional y fascinante cuya interesante vida merece ser difundida. Y no es para menos, el hombre que nació en condiciones adversas, que quedó huérfano siendo apenas un niño, que en su adolescencia se dedicó al bandidaje como única forma de sobrevivir, que iniciado el movimiento revolucionario de 1910 se une a la causa apoyando a Francisco I. Madero.
lunes, 9 de marzo de 2015
Los Dorados de Villa en el estadio Francisco Zarco, 8 de marzo 2105
antes de su muerte Villa ya era una leyenda viviente. Numerosas biografías, corridos, películas, artesanías, historias y leyendas se han construido en torno al personaje, ya que sus orígenes sencillos y humildes lo hacen ser parte de un pueblo que se identifica con los héroes surgidos de sus entrañas.
Los Últimos Villistas surge con el deseo de seguir manteniendo vivas aquellas acciones que hacen de Doroteo Arango un ser humano excepcional y fascinante cuya interesante vida merece ser difundida. Y no es para menos, el hombre que nació en condiciones adversas, que quedó huérfano siendo apenas un niño, que en su adolescencia se dedicó al bandidaje como única forma de sobrevivir, que iniciado el movimiento revolucionario de 1910 se une a la causa apoyando a Francisco I. Madero, que tras el asesinato de este combate ferozmente a Victoriano Huerta como jefe de la famosa División del Norte ganando batallas heroicas como dos veces Torreón, Tierra Blanca, Ojinaga, San Pedro de las Colonias y Zacatecas,
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